#06 | VAN GOGH, A LAS PUERTAS DE LA ETERNIDAD

09.10.2020

DIR. JULIAN SCHNABEL | 2018 | Estados Unidos-Francia 

"...Cuando me enfrento a un paisaje plano, no veo más que eternidad ¿soy el único que la ve? La existencia no puede carecer de razón..." 

Realizar una biopic sobre un artista conocido y largamente representado en pantalla, y que resulte en una visión fresca y novedosa, no es tarea sencilla. Este fue el intento del director y artista plástico Julian Schnabel, al explorar los últimos años de vida del gran pintor holandés post impresionista, Vincent Van Gogh. El realizador ha dicho que la idea de Van Gogh que se ve en pantalla no intenta ser solo una representación exacta de quién era o de lo que vivió sino, además, "una respuesta personal a sus pinturas". Para crear una visión más íntima del artista, Schnabel buscó filmar en los lugares que él visitó. Caminar y habitar esos lugares le permitió ponerse, de alguna manera, en su lugar, construyendo así un film que se centra más en las sensaciones internas del personaje y no tanto en las acciones.

La película inicia con la partida de Vincent hacia Arlés, en búsqueda de "una nueva luz", como le dice a Paul Gauguin en la primera conversación que vemos entre ellos, la cual marca el inicio de una importante y compleja relación. Gauguin es uno de los tantos personajes que se cruzan en el camino de Van Gogh, pero que no terminan nunca de comprenderlo. La conexión humana, según nos transmite el film, no resulta fácil para el artista. La paz y la felicidad parece encontrarla pintando en soledad, en comunión con la naturaleza. Es así que la relación de Vincent con el paisaje se convierte en uno de los motivos transversales del largometraje. Los años más fructíferos de su vida artística los pasó en tres lugares que son retratados en el film: Arlés, el asilo en Saint-Remy y Auvers-Sur-Oise. Secuencias completas se dedican a plasmar los largos paseos que Van Gogh toma, mientras boceta, pinta, huele, toca y siente su entorno. El movimiento de la cámara (que sigue al personaje en todo momento, llegando al punto de tomar su lugar), los encuadres, los silencios, el uso de los colores (que nos recuerdan a los de sus pinturas), la iluminación, la música y la presencia escasa de diálogos, se conjugan para transportarnos a esos espacios, permitiéndonos sentir esa conexión que él mismo experimentó.

El cuadro se completa con la interesante actuación de Willem Dafoe quien, a pesar de tener más edad que el artista, logra crear una interesante versión de Van Gogh, que resulta compleja, delicada, dulce y poética. Para prepararse para el personaje, no solo estudió sus cartas, sino que llegó al punto de aprender a pintar a la manera del artista. La relación con la pintura es, para Vincent, fundamental y así lo describe en una de las últimas escenas del film: "Cuando pinto, dejo de pensar y siento que soy una parte de todo lo que hay fuera y dentro de mí". Dafoe y Schnabel logran, al transitar el trabajo de Van Gogh, arrojar una nueva luz sobre el enigma que aún representa este gran artista, su mente y su inconmensurable impacto en el arte.


TEXTO: Daniela Squarisi

FOTOGRAFÍA: 'Van Gogh, a las puertas de la eternidad' original.