#11 | RENOIR

"...Entre los Renoir, querido amigo, rechazamos cubrirlo todo de negro. El cuadro debe ser algo amable y feliz. Ya hay demasiadas cosas trágicas en la vida, para que tengamos que hacer aún más..."

Este bello film dirigido por Gilles Bourdos nos invita a adentrarnos en un cuadro del conocido pintor impresionista francés Pierre-Auguste Renoir (1841-1919). La iluminación, las locaciones, los paseos por el campo, los picnics al sol. Una burbuja que parece proteger al mismo Renoir de los horrores que se encuentran más allá del perímetro de su estancia Les Collettes, horrores provocados por la Primera Guerra Mundial. Pero ningún cuadro es perfecto y la vida allí no es tan idílica como parece, el pintor vive sus días con gran pesar y dolor debido a la pérdida de su esposa, una terrible artritis que lo aqueja y la preocupación por su hijo Jean, que ha sido herido en la guerra.

Podríamos creer que, a simple vista, la película se centra solo en la vida de este gran pintor, creador de numerosos cuadros en los cuales, a través de la iluminación, los colores y su estilo difuminado característico, logró capturar paisajes, retratos, desnudos femeninos y escenas costumbristas, llenándolos de un gran encanto y viveza. Pero el director decidió, de manera acertada, colocar como pieza clave del relato, no al reconocido artista, sino a alguien que sería, sin saberlo, de una gran significación para la familia Renoir: Andrée Heuschling.

Esta joven mujer, que se puede ver retratada en el cuadro del pintor "Las Bañistas" (1919), fue su última modelo, musa y, más tarde, esposa de su hijo Jean. Para los conocedores de la historia del cine, les resultará conocido este último nombre, ya que Jean Renoir se convirtió, con el tiempo, en un importante director de cine francés, en especial entre los años 1930 y 1950, creando películas como "La Gran Ilusión" (1937) y "La regla del juego" (1939). Pero en este film, Jean aparece como un joven soldado, que vuelve a la casa de su padre para recuperarse de una herida y que se encuentra con esta interesante mujer, que despertará en él pasiones desconocidas y lo empujará a descubrir sus verdaderas ambiciones. Es gracias a Andrée, quien luego cambiaría su nombre por el de Catherine Hessling, que Jean se decide por el camino del cine, inmortalizándola como protagonista de sus primeros films. La reivindicación del lugar que tuvo esta mujer en la historia de la familia Renoir, es uno de los detalles más interesantes de esta historia.

El ritmo y la estética de las imágenes se logran construir a partir de la destacada labor del director de fotografía Mark Ping-Bin Lee, conocido por su trabajo en el film "Con ánimo de amar" (Wong Kar-wai, 2000), y por la delicadeza de la música del gran compositor cinematográfico, Alexandre Desplat. La película se cuenta en un tono pausado, como un paseo tranquilo, silencioso e increíblemente estético, a través de este paisaje familiar íntimo que plasma el momento de intersección entre el final de la maravillosa carrera de un artista, el incipiente, prácticamente insospechado, comienzo de la carrera de otro y el punto de conexión entre ambos. 

TEXTO: Daniela Squarisi

FOTOGRAFÍA: 'Renoir' original.