#03 | MAUDIE

"No necesito mucho. Mientras tenga un pincel, nada me importa. Una ventana. Me encanta una ventana. Un pájaro que pasa volando. Un abejorro. Siempre es diferente. El total de la vida. El total de la vida ya enmarcado....." 

Un letrero en el que se lee "pinturas a la venta" invita a detenerse frente a una pequeña y sencilla casa de madera. Grata es la sorpresa cuando al acercarse, se descubren las flores, aves y mariposas que han sido pintadas en su puerta y ventana, las cuales invitan a adentrarse en un espacio lleno de arte e imaginación. El interior, que otrora fue pequeño y oscuro, ahora, gracias al talento de la artista, se vuelve más amplio y luminoso con cada pincelada que coloca para dar vida a sus maravillosas flores y animales que cubren cada centímetro de esa habitación.

¿Quién es esa mujer pequeña y encorvada que pinta sin parar aquellas escenas fantásticas, ese mundo sin sombras y de colores brillantes? ¿Cuál es el secreto de su sonrisa amable y serena? Eso es lo que busca responder la película "Maudie", biopic acerca de la vida de una de las pintoras de arte folclórico más conocidas de Canadá, Maud Lewis. Dirigida por una guionista y directora irlandesa, Aisling Walsh, la película sigue la vida de esta artista que sufrió desde muy pequeña de artritis reumatoide, pero que a pesar de todas las dificultades logró vivir de la manera que quería, pintando cada día junto a su esposo Everett Lewis, un hosco y humilde pescador.

La película posee imágenes de gran delicadeza visual, utilizando a su favor el hecho de haber sido filmada en entornos reales. Destacan las tomas del pueblo y sus alrededores, lugares claves de inspiración para Maud. La casa, cuya importancia la transforma en un protagonista más de la historia, fue reconstruida en su totalidad como una réplica exacta de la casa real, la cual se encuentra actualmente en la Galería de Arte de Nueva Escocia. Filmar dentro de ese espacio reducido aportó a una construcción audiovisual de planos cercanos y centrados en las dos relaciones más importantes en la vida de Maud: con su arte y con Everett.

Este no es un film de grandes giros narrativos, plantea un tiempo cinematográfico lento que invita a centrar nuestra atención en las actuaciones de sus protagonistas: Sally Hawkins y Ethan Hawke. Junto a ellos transitamos esta historia y nos adentramos en este matrimonio, que lejos de ser un cuento de hadas, muestra una relación real y compleja, en un contexto (pasados los años '30) machista y conservador, que discriminó a Maud por su condición y la relegó a un lugar triste y solitario, del cual tuvo el coraje de salir y atreverse a soñar una vida distinta, llena de color, compañerismo y amor.

 "Somos como un par de calcetines sin pareja" le dice Maud a su esposo Everett en su noche de bodas, bailando sobre sus pies en la pequeña habitación de su hogar. La frase los describe a la perfección: dos personas en apariencia destinadas a vivir una vida desdichada, lograron encontrarse y acompañarse, pese a todas las dificultades, hasta el final de sus días.

TEXTO: Daniela Squarisi

FOTOGRAFÍA: 'Maudie' original.